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Respondiendo a las necesidades educativas del extenso curato y provincias limítrofes, que no contaban con las escuelas suficientes y la educación de la mujer se encontraba relegada y sabe dónde la eficacia de las esclavas en la atención de la tarea apostólica; el presbítero José Gabriel Brochero quiso asociarlas a su labor uniendo la casa de ejercicios con la fundación de una escuela para niñas. Logró que las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús se instalaran en la villa. De esta manera, el 2 de febrero de 1880, un grupo de 16 religiosas, luego de cruzar a caballo las sierras, acompañadas por los Pbros. David Luque y José María Bustamante, fundaron la 2ª casa de la joven Congregación iniciada 8 años antes por Catalina de María Rodríguez en la Ciudad de Córdoba.
La escuela externa estaba destinada a la enseñanza de las niñas de la villa, brindando así un importante servicio que en la mayoría de los casos era gratuita con una mínima cuota cooperadora. El plan de estudios comprendía lectura, escritura, aritmética, costura, urbanidad, historia sagrada, doctrina cristiana, fundamentos de la fe, distribuidos a lo largo de 3 años. El dictado de clases estaba a cargo de las hermanas.
El 1° de marzo de 1880 abrió las puertas la escuela con 84 niñas y 15 que se incorporarían posteriormente. Las primeras maestras fueron las siguientes hermanas: Margarita de María en costura, María de los Dolores en lectura y escritura, María del Rosario en aritmética, Rita de los Dolores en costura, Tránsito de María en lectura y escritura, y Luisa de María en historia sagrada, que además se desempeñaba como inspectora de estudios.
El edificio contiguo a la casa de los ejercicios tenía una portada con zaguán que daba a un patio de regulares dimensiones, rodeado en dos de sus costados por los salones de clase. Estos locales se van deteriorando con el paso del tiempo hasta que en 1886 son abandonados al construirse los nuevos sobre la actual calle Irineo Altamirano, con aportes del P. David Luque.
Han transcurrido varios años, muchos cambios se han ido operando a partir de la fundación del colegio, tanto en su estructura edilicia como en su orientación académica. Muchas alumnas, hoy ya adultas, aprendieron un oficio que las preparó para hacer frente a la vida. Allá por el 1974 un cambio importante se daría a nivel secundario; nacía la primera promoción de Peritos Mercantiles, título que preparaba la inserción de las mujeres al mundo laboral en trabajos que hasta ese momento solo eran destinados a los hombres. Muchas fueron las promociones con ese título, pero como vivimos en un mundo globalizado y en constante cambio, este Instituto pasó de ser netamente femenino a albergar en sus aulas ambos sexos.

 

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